En relación con la decisión del Inspector Primero de Policía del municipio de Bello de ordenar la suspensión inmediata temporal de la
actividad en la planta de tratamiento de
aguas residuales Aguas Claras,
a partir del viernes 5 de junio de 2020,
EPM informa a la opinión pública:
1.
La suspensión de la planta de tratamiento
tendría un alto impacto ambiental y en la calidad de vida de los habitantes del
Valle de Aburrá, ya que implicaría verter al río Aburrá-Medellín más de 10.000
millones de litros de agua residual sin tratamiento por mes. Así mismo, durante
la descarga, posterior a la suspensión de la operación, se tendría que verter
más de 150 millones de litros de agua y lodo de la línea líquida de tratamiento
y 60 millones de litros de lodo al río Aburrá-Medellín.
3.
Este jueves 4 de junio se llevará a cabo una
reunión de concertación que busca alcanzar un acuerdo entre el Inspector de
Policía, la comunidad, Aguas Nacionales EPM y representantes de la autoridad
ambiental y del Concejo Municipal de Bello.
4.
EPM trabaja para ajustar y optimizar los
sistemas de control de olores, de los cuales y, pese a la pandemia del
coronavirus (COVID-19) y sus restricciones, ya ha logrado a la fecha 21 de las
36 acciones propuestas, y espera terminar este mes con 25, que hacen parte del
plan para el control y eliminación de olores de la planta. La Empresa cuenta con
un informe del laboratorio especializado y acreditado por el Instituto de
Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), que fue contratado por
EPM y Aguas Nacionales, para efectuar el
monitoreo de olores y cuyos resultados indican que los valores de olores son
significativamente bajos comparados con la normatividad ambiental para olores
ofensivos.
6.
Con las plantas de tratamiento San Fernando
(ubicada en el municipio de Itagüí) y Aguas Claras (localizada en el municipio
de Bello), EPM trata el 84% de las aguas residuales provenientes de hogares,
comercios, industrial y empresas del Valle de Aburrá. La mayor parte de estas
aguas residuales son tratadas en la planta Aguas Claras EPM, un aporte
fundamental a la salud y bienestar de la ciudadanía. Tras su tratamiento, estas
aguas son devueltas al río Aburrá-Medellín en condiciones óptimas de saneamiento.
7.
EPM lamenta que este tipo de decisiones puedan
poner en riesgo el trabajo adelantado por décadas para cuidar y proteger el río
Aburrá-Medellín y, por ello, ratifica su compromiso con lograr el tan anhelado
saneamiento y no escatimará esfuerzos ni recursos en buscar la defensa de los
derechos de la comunidad y el interés general.
Medellín, 2 de junio de 2020
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