El presidente Vladimir Putin lideró las conmemoraciones limitadas por las medidas de prevención frente al avance de la pandemia en el país. En el 75º aniversario del triunfo sobre la Alemania nazi, el mandatario hizo un llamado a la unidad
#Russia celebrates 75th anniversary of the victory in Great Patriotic War— Andreas Mountzouroulias (@andreasmoun) May 9, 2020
Watch #Russian planes and helicopters perform Victory Day air parade#ДеньПобеды2020 #75летПобеды #VictoryDay pic.twitter.com/EE87btNbYp
Sin las ostentosas celebraciones habituales pero con el mismo mensaje de patriotismo y unidad. Así recordó Rusia el 75º aniversario del Día de la Victoria, que se vivió a escala reducida por las medidas de prevención del Covid-19.
El presidente Vladimir Putin encabezó las modestas conmemoraciones del día que los rusos recuerdan como la victoria soviética sobre la Alemania nazi en 1945. Esta jornada -que se celebra un día después que en Europa y Estados Unidos porque, a la hora de la firma de la capitulación alemana, en Rusia ya era 9 de mayo- suele ser una gran fiesta nacional en el país, con un despliegue del poderío militar ruso y una tribuna utilizada desde hace años por Putin para enaltecer el patriotismo de su nación, uno de los puntos más importantes de su discurso político.
Sin embargo, el avance de la pandemia en Rusia -que deja en el país más de 198.670 casos y más de 1.800 muertes- privó al mandatario de liderar el tradicional gran desfile militar anual en la Plaza Roja de Moscú.
Aún así, Putin lideró una ceremonia en la que depositó flores frente a la llama eterna de la Tumba del soldado desconocido y guardó un minuto de silencio en homenaje a los 27 millones de soviéticos caídos en la Segunda Guerra Mundial, entre ellos, 8 millones de soldados.
On May 8, 1945, America and Great Britain had victory over the Nazis!— The White House (@WhiteHouse) May 8, 2020
"America's spirit will always win. In the end, that's what happens." pic.twitter.com/umCOwRXWlB
Posteriormente, dio un discurso televisado y reiteró su llamado a la unidad y al patriotismo. "Nuestros veteranos lucharon por la vida y contra la muerte, y siempre trataremos de vivir de acuerdo con su espíritu de unanimidad y resistencia”, señaló el mandatario desde los Jardines de Alejandro, frente a las murallas del Kremlin.
"Estamos unidos por nuestra memoria, esperanzas y aspiraciones compartidas, así como por un sentido de responsabilidad compartida por el presente y el futuro. Sabemos y creemos firmemente que cuando estamos unidos, somos invencibles”, subrayó.
Vuelos de aviones y un desfile repetido en televisión para una festividad inusual
El tradicional desfile militar del Día de la Victoria en Rusia no se llevó a cabo por primera vez desde 1995. Habitualmente, este evento incluye el despliegue de más de 10.000 soldados, tanques, baterías antimisiles y misiles intercontinentales. Además, en las gradas a ambos lados de Mausoleo de Lenin, los veteranos son reconocidos con ramos de flores. Toda una puesta en escena que los rusos -y principalmente Putin- no pudieron aprovechar.
El contraste fue notorio: calles vacías, altavoces mudos y los 146 millones de habitantes del país confinados frente al coronavirus, que ha acelerado su propagación en Rusia durante los últimos días.
Lo único que algunos ciudadanos pudieron observar asomados en sus balcones fue el vuelo de 75 aviones militares y helicópteros por el cielo de Moscú, dejando rastros de los colores de la bandera rusa.
Y en sus casas, también pudieron revivir el desfile militar de 2019 en la Plaza Roja, que fue repetido por la televisión estatal, en un intento de mantener el espíritu alto frente a un confinamiento que rige desde fines de marzo.
Para Putin, el desfile de este año tenía una importancia mayor, teniendo en cuenta que busca la aprobación de la reforma constitucional que le permitiría seguir en el poder hasta 2036. Esos cambios deben ser refrendados en un plebiscito nacional, que estaba planeado para el 22 de abril pero debió ser pospuesto por el Covid-19.
Una encuesta reciente mostró el índice de aprobación más bajo de Putin en más de dos décadas, aunque con un alto 59 %, mientras que la economía de Rusia se enfrenta a una profunda recesión como consecuencia de la parálisis de las actividades.
Las controversias por los méritos de la victoria sobre la Alemania nazi y las tensiones que se mantienen entre Rusia y Occidente
La percepción sobre los méritos en la capitulación de la Alemania nazi en 1945 enfrentan aún hoy a Rusia con las potencias europeas y Estados Unidos.
Mientras en Occidente sobresale la idea de que el poderío militar de Estados Unidos y los aliados europeos -principalmente Reino Unido y Francia- fue clave para la victoria, en Rusia se exalta la labor del Ejército Rojo soviético, que fue el que entró en Berlín y forzó la rendición alemana.
Asimismo, en su mirada patriótica de la situación, algunos sectores cuestionan que Rusia ignore en su discurso oficial la participación de otros países exsoviéticos, principalmente Ucrania, con quien Rusia mantiene un conflicto latente desde la anexión de la península ucraniana de Crimea en 2014.
Este pulso sobre las lecturas de la historia se reavivó en las vísperas del 75º aniversario de la caída de la Alemania nazi, cuando el Departamento de Defensa de Estados Unidos publicó una presentación en la que afirma que la Segunda Guerra Mundial comenzó “en 1939, cuando Alemania y la Unión Soviética invadieron Polonia” y, además, minimiza la influencia del Ejército Rojo e ignora las bajas soviéticas. Asimismo, al recordar el Día de la Victoria el 8 de mayo, la Casa Blanca publicó un video en Twitter resaltando que esa jornada de 1945 “Estados Unidos y Gran Bretaña obtuvieron la victoria sobre los nazis”.
Esto llevó a que la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zakharova, tachara esta postura estadounidense de “monstruosamente hipócrita y falsa”.
Al margen de esta disputa histórica, las tensiones entre Occidente y Rusia no se disipan y el Covid-19 no ayudó a las aspiraciones de Putin de aprovechar el 75º aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi para revitalizar las relaciones.
Putin había invitado a presenciar las celebraciones a los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump; de China, Xi Jinping; a líderes de la Unión Europea y de las potencias vencidas, Alemania y Japón. Con la pandemia, el presidente ruso no pudo concretar este encuentro y se tuvo que conformar con enviar cartas a los líderes occidentales, en las que sugirió la necesidad de reavivar la cooperación de sus naciones durante la Segunda Guerra Mundial para resolver los problemas de la actualidad.
Actualmente, las potencias occidentales se mantienen firmes en su postura de no retirar las sanciones contra Rusia, en vigor desde la anexión de Crimea. Tampoco han encontrado eco los llamados rusos a celebrar un encuentro entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y para avanzar en la renovación del Nuevo START, el acuerdo de reducción de armas estratégicas, sobre el cual Estados Unidos exige la incorporación de China.
Con Reuters y EFE
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